El poder de los pensamientos
- asesoriapsicoedu
- 4 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Los pensamientos tienen un poder enorme, influyen en las emociones y a veces en las acciones ¿Cómo es esto posible?
Los pensamientos nos abordan casi todo el tiempo y de manera automática, ante cualquier cosa que vemos, escuchamos, sentimos, e incluso cuando aparentemente no estamos haciendo alguna actividad, parecen llegar de la nada.
Algunos son desadaptativos, en cuanto a que nos causan mucho malestar emocional: sufrimiento, enojo, preocupación, frustración, etc.
Por ejemplo, al ir por la calle y ver a un conocido que pasa de frente sin saludarnos, podemos pensar “No me quiso saludar ¡pero si no le hice nada!, seguro ya no le caigo bien, tampoco le volveré a hablar”. Acto seguido, pasamos de largo. Estos pensamientos pueden ir acompañados de desconcierto, enojo, decepción y hasta tristeza.
¡Ese es el poder del pensamiento! La buena noticia es que podemos cambiarlo o flexibilizarlo. Al hacerlo, también estaremos cambiando nuestras emociones y muy probablemente, emprendiendo otro curso de acción. Para ello, el primer paso es tomar en cuenta que nuestros pensamientos (automáticos y desadaptativos) PUEDEN NO SER DEL TODO CIERTOS. Partiendo de ese punto, el siguiente es analizarlos, ampliar todas las posibilidades de los hechos que nos ocurren y explorar otras alternativas. No siempre tenemos la razón.
Retomando el mismo ejemplo, puede ser que ese conocido no nos hubiera visto, que fuera distraído, pensando en otras cosas, preocupado por su propia situación, etc. Al reconsiderar los pensamientos iniciales y agregar las últimas posibilidades, podríamos no pasar de largo y acercarnos a nuestro amigo para saludarlo y preguntar cómo le va. Aquí cambió el pensamiento, la emoción y hasta la acción.
Poner los pensamientos a prueba requiere entrenamiento y mucha práctica, pero imagina lo que lograrías si lo hicieras. Aprende a hacerlo de la mano de un especialista, contáctame y empieza ahora mismo.

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